Amor

Un día como cualquier otro, se fue, sin decir nada a nadie, sin comentarme que le ocurría, una noche contento y al día siguiente no decía nada.
Se que se sentía aturdido en los momentos que se encontraba a solas, que pedía a las esquinas un cobijo para estar a solas, se que en ocasiones pensaba en lo que le pasaría si abría la boca y en si sería todo distinto si lo dice, pero no tubo la oportunidad o no quiso tenerla.
Se marcho, por vergüenza o por temor, quizás porque tenia miedo a perder algo especial, yo creo que fue eso, que no se atrevía ha hablar. Le costaba la misma vida pronunciar una palabra o formular una pregunta e incluso en ocasiones le costaba respirar, se fue, y sin decir nada, por temor al que dirán.
Se acongojaba en sí mismo al no saber de que hablar, se sentía distinto, cada vez más tímido, y con más temor, no pedía auxilio… parecía que le gustaba el dolor.
A veces se sentía feliz porque conseguía sacarle una risa, pero cuando no… quería encerrarse en su baúl y que fuera olvidado, pero aun así, se fue sin decir nada.
Porque siempre creemos que todo es imposible o inalcanzable como fue su caso, y se marcha sin decir una palabra. No se despidió de quien durante tanto tiempo lo martirizó y con quien jugó, pensando que no le dolería, pero se equivocó.

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